jueves, 26 de abril de 2012

Reproducción y Cria

En la naturaleza hemos visto que el periodo de celo coincide con el despertar del letargo invernal, que se produce en el mes de marzo. Para los animales que viven en una casa, y que por tanto no entran en un letargo tan profundo, el celo comienza en diciembre y dura hasta finales de marzo. Durante este periodo los animales sufren transformaciones físicas y de comportamiento:
- En la hembra se produce la congestión y edema de la vulva, un aumento del estado de agitación, con emisión, a intervalos de unos 10 segundos, de un silbido agudo de reclamo y emisión de pequeñas cantidades de orina por todo el territorio
- En el macho se observa un aumento del tamaño de los testículos, midiendo unos 1,5 cms. Las hembras entran en celo cada dos semanas y están receptivas un día, o a veces hasta tres. Los machos por el contrario, están siempre disponibles para la copulación.
El acto de la copulación se produce después de un ritual determinado: La hembra huye cuando ve al macho emitiendo unos agudos silbidos de reclamo. Durante la fuga también emite una pequeña cantidad de orina, que casi llega a dejar un rastro oloroso. Después de una serie de pequeñas riñas, la hembra se decide a aceptar al macho, y se queda inmóvil con la cola levantada verticalmente. Ésta es la señal para el macho, que monta en su espalda para fecundarla repetidamente.
La gestación dura una media de 29 a 32 días, durante los cuales la hembra se dedica a la preparación del parto: Rellena cuidadosamente el nido, come mucho, reúne una gran cantidad de reserva de alimento que almacena en el nido y, por último, inspecciona muy bien la jaula para comprobar que puede acoger a sus pequeños.
La alimentación y la tranquilidad juegan un papel muy importante. Por lo que respecta al acomida, debemos procurar, ahora más que nunca, darle alimentos lo más variados posible y de alto contenido vitamínico. El calcio y las sales minerales tienen también una gran importancia, sobre todo para el desarrollo de los fetos.
Durante el embarazo y la lactancia al hembra le gusta beber leche , que puede ser artificial, de vaca, o bien condensada, pero debe diluirse siempre con agua. Para que sea la ardilla quien decida el tipo de leche que prefiere y digiere con más facilidad, hay que efectuar unas pruebas, en el curso de las cuales habrá que observar los excrementos: Si son diarreicos , significa que la leche es poco digerible.
En lo concerniente a la tranquilidad, es necesario que la ardilla se sienta segura de que allí podrá crear a sus pequeños sin problemas. No se debe cambiar de lugar ni la jaula ni el nido, y hay que eliminar toda fuente de ruido; por nuestra parte deberemos contener nuestra curiosidad natural.

No hay comentarios:

Publicar un comentario